Hace poco, decidimos pasar juntos los domingos,
porque siempre hablábamos de toda la tristeza que podíamos sentir,
pero nunca sobre cómo no sentirla. 
Uno de esos fines de semana, fugamos a algún lado.
No sabíamos dónde estábamos, pero estábamos juntos y, por eso,
todo estaba bien.
Back to Top